Algunos fabricantes están interesados en comprender el funcionamiento de nuestro cerebro para seducirnos mejor como consumidores; para ello, las empresas están poniendo en marcha técnicas de neuromarketing, una metodología que se basa en desentrañar los reflejos cognitivos de los consumidores para entender, comprender sus elecciones de compra y convertirse en la opción elegida.
Parece que todos los medios son buenos para vender y las empresas lo han entendido. El consumidor es un ser moldeable resultado de un continuo e invasivo bombardeo cerebral.
La percepción del gusto se sustituye por la confianza en la pseudo-calidad de un producto, asegurado por la publicidad diaria recibida, que además convierte el producto en algo familiar.
Esto es al menos lo que se ha intentado probar muchos estudios: uno de 1980 demostró que nuestro cerebro transformaba nuestras experiencias con los productos en una especie de “reputación del producto“. En definitiva, no consumimos porque un producto nos gusta, sino por la reputación que tiene.
Esta observación, junto con otras dio a luz a un nuevo procedimiento, el neuromarketing, es decir, una aplicación de la neurociencia al servicio de las ventas. El neuromarketing trata de comprender los mecanismos del cerebro y las conductas del consumidor con el fin de lograr la venta del producto.
El neuromarketing se basa en medidas de resonancia magnética del cerebro que pueden ser aplicables en todas las áreas de marketing.
Recientemente, dos psicólogos alemanes han realizado un experimento en el sector de la alimentación utilizando refrescos. Publicado en la revista PLoS One, el estudio se centró en el efecto de “grandes marcas“, según informa el blog Passeur de sciences del diario Le Monde.
Cuatro refrescos casi idénticos
Para ello, el experimento se realizó sobre quince voluntarios a los que se dijo que tendrían que elegir entre cuatro resfrescos diferentes en función de sus gustos. Situados en una aparato de resonancia magnética, tomaban la bebida a través de una pajita, durante medio segundo aparecía en una pantalla la marca del refresco en una pantalla.
Las marcas propuestas eran Coca-Cola, Pepsi-Cola, River-Cola (genérica de una cadena de supermercados alemana) y T-Cola (inventada por los investigadores, mezcla de un tercio de Coca-Cola, Pepsi y River-Cola).
La idea en el caso de la T-Cola era proponer una marca desconocida y no identificables. Cabe señalar que los otros tres eran también refrescos de composición relativamente similares. Sólo el nombre cambió. Mediante el uso de la resonancia magnética se dejó de observar la actividad cerebral en áreas particulares del cerebro excitado al probar.
Como era de esperar, la Coca-Cola y Pepsi, obtuvieron las mejores puntuaciones. Y los investigadores encontraron que el área del cerebro que se activó es el cuerpo estriado, que se especializa en la recompensa y el placer.
Esto sugiere que el cerebro de todos modos se espera que estas bebidas sean las mejores. Anticipar el efecto habría influido en el tratamiento de la información gustativa. En cambio, las otras dos marcas excitan la corteza orbitofrontal, que asigna valores. Los sujetos tenían que decir si les gustaban o no las bebidas menos conocidas, y que además no aparecen en televisión.
El estudio se realizó en sólo 15 personas, pero el impacto de las campañas publicitarias parece muy importante.
Neuromarketing y “tiempo de cerebro” disponible
El neuromarketing actualmente plantea algunas cuestiones éticas, como si se puede hacer este tipo de modulación cerebral sin marco.
La asociación de consumidores Center for Digital Democracy ha criticado duramente la naturaleza invasiva de esta práctica. Pero ya no es un secreto que las marcas realizan pruebas de resonancia magnética o EEG para observar las reacciones ante un nuevo producto de consumo.
Este proceso se repite en la declaración del antiguo director general de TF1 (cadena francesa de televisión), Patrick Le Lay, quien habló del “tiempo de cerebro disponible” ofrecido por los anuncios de televisión ofertado entre los programas de televisión destinados a entretener y hacer que el cerebro esté más abierto.
Más información
Does Taste Matter? How Anticipation of Cola Brands Influences Gustatory Processing in the Brain
Vía
Le neuromarketing, nouveau joujou des industriels pour séduire les consommateurs