¿Alguna vez te has preguntado por qué después de conseguir ese ascenso tan deseado te sientes vacío? O mejor aún: ¿por qué alcanzar la cima profesional se parece más a escalar el Everest sin oxígeno que a una experiencia gratificante? Según datos del VII Estudio Cigna sobre el bienestar 360º (2023), el 67% de los trabajadores españoles experimenta estrés laboral, y la cifra asciende al 73% entre profesionales de entre 35 y 44 años, precisamente en plena carrera ascendente. Hemos construido una cultura laboral donde el éxito profesional y el bienestar personal parecen enemigos irreconciliables, cuando deberían ser aliados naturales.
En mis años trabajando como psicólogo organizacional, he visto demasiados profesionales brillantes acabar quemados antes de los 40, convertidos en sombras de su potencial. La buena noticia es que este paradigma está cambiando. La carrera sostenible no es un lujo millennial ni una moda pasajera: es una necesidad urgente en un contexto donde el burnout ha sido reconocido oficialmente por la OMS como fenómeno ocupacional. En este artículo descubrirás qué significa realmente construir una trayectoria profesional sostenible, por qué la ambición y el bienestar no están reñidos, y cómo diseñar estrategias concretas para que tu carrera te impulse en lugar de destruirte.
¿Qué es exactamente una carrera sostenible?
Empecemos por despejar malentendidos. Una carrera sostenible no significa trabajar menos o renunciar a tus ambiciones. Tampoco es el equivalente laboral de hacerse hippie y cultivar tomates ecológicos (aunque respeto profundamente a quien lo haga). El concepto, desarrollado por investigadores como De Vos, Van der Heijden y Akkermans, hace referencia a una trayectoria profesional que una persona puede mantener a lo largo del tiempo sin comprometer su salud, sus relaciones personales ni su desarrollo integral como ser humano.
Los tres pilares fundamentales
Desde mi perspectiva, una carrera sostenible se sostiene sobre tres pilares inseparables: la salud física y mental, la empleabilidad continua y la felicidad en el trabajo. No basta con tener un sueldo estupendo si te genera tres úlceras. Tampoco sirve de mucho adorar tu trabajo si tu formación está obsoleta y mañana te quedas fuera del mercado. Y mucho menos tiene sentido mantenerte actualizado y sano si odias cada mañana el momento de ir a trabajar.
El problema es que nuestra cultura empresarial, heredera de modelos industriales del siglo XX y agudizada por el neoliberalismo, ha priorizado sistemáticamente la productividad inmediata sobre la sostenibilidad a largo plazo. Hemos normalizado que el éxito tenga como precio la salud, las relaciones o los valores personales. ¿Pero es ese realmente el precio que queremos pagar?
El contexto español: entre la precariedad y el presentismo
España arrastra particularidades que complican aún más la construcción de carreras sostenibles. Según datos de Eurostat (2023), somos uno de los países europeos con mayor temporalidad laboral, especialmente entre jóvenes. Esta inestabilidad dificulta planificar una carrera sostenible cuando ni siquiera sabes si tendrás trabajo el próximo trimestre.
Además, mantenemos una cultura de presentismo laboral especialmente tóxica. No es raro trabajar hasta las 19:00 o 20:00 horas, no necesariamente por volumen de trabajo, sino por una percepción social de que «estar» equivale a «trabajar duro». Este modelo, además de ineficiente, es insostenible y perpetúa desigualdades de género, ya que sigue recayendo sobre las mujeres la mayor carga de cuidados.

La trampa de la ambición desmedida y el mito del sacrificio heroico
Durante años hemos glorificado narrativas empresariales que celebran el sacrificio extremo: dormir cuatro horas, renunciar a vacaciones, estar disponible 24/7. Elon Musk tuiteando a las 3 de la madrugada se convirtió en aspiracional para muchos. Pero, ¿es ese modelo replicable o siquiera deseable para la mayoría?
El burnout como consecuencia sistémica
El burnout no es un fallo personal sino una consecuencia sistémica de organizaciones disfuncionales. Como señala Christina Maslach, pionera en la investigación sobre este fenómeno, el agotamiento laboral tiene seis causas organizacionales: sobrecarga de trabajo, falta de control, recompensas insuficientes, ruptura de la comunidad, ausencia de justicia y conflictos de valores.
He atendido a profesionales que, tras conseguir la dirección que tanto ansiaban, se dieron cuenta de que habían perdido el contacto con sus hijos, habían engordado 15 kilos y sufrían insomnio crónico. La pregunta que siempre les hago es: ¿vale la pena ese ascenso si el precio es tu vida? Desde una perspectiva humanista y de izquierdas, este modelo resulta especialmente perverso porque individualiza problemas estructurales, culpabilizando al trabajador de «no saber gestionar el estrés» cuando en realidad es el sistema quien necesita reformarse.
El caso de las consultoras y la cultura del «up or out»
Las grandes consultoras estratégicas representan un ejemplo paradigmático de modelos insostenibles. Su filosofía de «asciendes o te vas» genera una presión constante que quema a profesionales brillantes. Un estudio del Institut National de Recherche et de Sécurité (INRS) francés mostró que sectores con alta competitividad interna presentan tasas significativamente superiores de trastornos psicosociales.
En España, hemos visto cómo empresas tecnológicas y startups replican estos modelos anglosajones sin considerar nuestro contexto cultural ni legal. El resultado son ambientes laborales tóxicos donde la rotación de personal es altísima y la carrera sostenible brilla por su ausencia.
Redefiniendo el éxito: hacia métricas más humanas
¿Qué significa tener éxito profesional? Si la respuesta automática es «ganar mucho dinero» o «llegar a CEO», probablemente necesitemos revisar nuestras definiciones. No digo que el salario o la progresión jerárquica no importen, sino que no pueden ser los únicos indicadores.
Más allá del salario: el concepto de «riqueza de tiempo»
Investigadores como Ashley Whillans han introducido el concepto de «riqueza de tiempo»: valorar el tiempo disponible por encima de ingresos adicionales. Sus estudios muestran que personas que priorizan tiempo sobre dinero (hasta cierto umbral salarial razonable) reportan mayor satisfacción vital y menor estrés.
Personalmente, he observado cómo profesionales que aceptan posiciones ligeramente menos remuneradas pero con flexibilidad horaria, teletrabajo o semanas de cuatro días, experimentan mejoras sustanciales en su calidad de vida. ¿Acaso no es eso también éxito? Vivir con menos ansiedad, poder recoger a tus hijos del colegio, hacer deporte regularmente o dedicarte a un hobby que te apasiona.
La controversia del «trabajo es vida»
Existe un debate actual interesante sobre la integración trabajo-vida. Mientras el concepto clásico de «work-life balance» sugiere compartimentos separados, algunas voces proponen que el trabajo puede y debe formar parte integral de una vida plena. Autores como Cal Newport argumentan que encontrar significado profundo en nuestro trabajo puede ser más sostenible que intentar «desconectar» constantemente.
Sin embargo, desde mi experiencia, esta visión puede resultar peligrosa si no se matiza. Es cierto que el trabajo significativo contribuye al bienestar, pero solo cuando no invade sistemáticamente el resto de áreas vitales. La integración saludable es muy diferente a la invasión laboral. Y aquí las organizaciones tienen una responsabilidad enorme en establecer límites claros, algo que muchas empresas españolas todavía no hacen.

Construyendo tu carrera sostenible: estrategias concretas
Pasemos ahora a lo práctico. ¿Cómo construyes realmente una carrera sostenible? No existen fórmulas mágicas, pero sí principios y estrategias que funcionan.
Define tus valores profesionales no negociables
El primer ejercicio que propongo a mis clientes es identificar sus valores profesionales no negociables. ¿Qué condiciones laborales son innegociables para ti? Puede ser la conciliación, el aprendizaje continuo, el impacto social, la autonomía o la colaboración en equipo.
Haz una lista de cinco valores fundamentales. Después, analiza honestamente si tu trabajo actual los respeta. Si hay conflictos importantes entre tus valores y tu realidad laboral, estás sentando las bases para el agotamiento. Piensa en ello como en una relación de pareja: si tus valores fundamentales chocan constantemente con los de tu pareja, la relación será insostenible por mucho que os queráis.
Desarrolla competencias transversales y mantén tu empleabilidad
La empleabilidad continua es crucial para una carrera sostenible. En un mercado laboral cambiante, depender exclusivamente de conocimientos técnicos específicos es arriesgado. Según el informe sobre el futuro del empleo del World Economic Forum (2023), las competencias más valoradas incluyen pensamiento analítico, creatividad, flexibilidad y resiliencia.
Estrategias concretas:
- Dedica al menos 5 horas semanales al aprendizaje: puede ser formación formal, lectura profesional, podcasts o proyectos paralelos
- Cultiva tu red profesional activamente: no solo cuando necesites cambiar de empleo
- Desarrolla una marca personal coherente: especialmente en LinkedIn, que en España se ha convertido en la principal plataforma profesional
- Diversifica tus competencias: si eres muy técnico, desarrolla habilidades blandas; si eres muy generalista, profundiza en algún área específica
Establece límites claros y comunícalos
Aquí viene una de las partes más difíciles para muchos profesionales españoles: establecer límites. No contestar correos después de las 19:00. No trabajar fines de semana salvo excepciones justificadas. Tomar tus vacaciones completas sin sentir culpa.
Los límites no son signos de debilidad sino de profesionalidad madura. En mis años como psicólogo organizacional, he comprobado que profesionales con límites claros son, paradójicamente, más productivos que aquellos sin límites que acaban quemados. Es como correr una maratón: necesitas dosificar tu energía o no llegarás a la meta.
La clave está en comunicar estos límites de forma asertiva y proactiva. No esperes a estar desbordado para decir que no. Establece expectativas claras desde el principio sobre tu disponibilidad. Y cuando digas que no, ofrece alternativas o soluciones.
Practica la desconexión digital real
El teletrabajo, acelerado por la pandemia, ha traído ventajas innegables, pero también ha desdibujado peligrosamente las fronteras entre vida laboral y personal. Según el informe Infoempleo Adecco (2023), el 42% de teletrabajadores españoles afirma trabajar más horas que cuando acudía a la oficina.
Recomendaciones prácticas:
- Desactiva notificaciones laborales fuera del horario de trabajo.
- Utiliza la función «no molestar» o «foco» de tu dispositivo.
- Si es posible, usa dispositivos separados para trabajo y vida personal.
- Crea rituales de desconexión: cambiarte de ropa, dar un paseo, cualquier acción que marque la transición.

Señales de alerta: ¿cuándo tu carrera deja de ser sostenible?
Reconocer a tiempo que tu trayectoria profesional está dejando de ser sostenible puede evitar problemas mayores. Estas son las señales de alerta que he identificado en mi práctica clínica:
Indicadores físicos y emocionales
1. Agotamiento persistente: cansancio que no mejora con descanso.
2. Problemas de sueño: insomnio, despertares nocturnos pensando en el trabajo.
3. Cambios de apetito: comer compulsivamente o pérdida de apetito.
4. Irritabilidad creciente: especialmente con personas cercanas.
5. Ansiedad o tristeza frecuentes: particularmente los domingos por la tarde (el famoso «síndrome del domingo»).
6. Molestias físicas recurrentes: dolores de cabeza, problemas digestivos, tensión muscular.
Indicadores conductuales
- Consumo aumentado de sustancias (alcohol, tabaco, cafeína) para «aguantar».
- Aislamiento social progresivo.
- Abandono de hobbies y actividades placenteras.
- Procrastinación o evitación de tareas laborales.
- Cinismo creciente sobre tu trabajo o tu organización.
Si identificas tres o más de estos indicadores de forma persistente durante más de un mes, es momento de actuar. No esperes al colapso total.
El papel de las organizaciones: responsabilidad compartida
Aunque este artículo se centra en estrategias individuales, sería irresponsable no señalar que las organizaciones tienen una responsabilidad fundamental en facilitar carreras sostenibles. Desde mi posición ideológica, considero que individualizar completamente este problema es una estrategia neoliberal que exime a empresas y sistemas de su responsabilidad estructural.
¿Qué deberían hacer las organizaciones?
Las empresas verdaderamente comprometidas con la sostenibilidad de las carreras de su plantilla deberían implementar:
- Cargas de trabajo razonables y medibles: evaluar regularmente si las demandas son realistas
- Flexibilidad real: no solo cosmética o exclusiva para ciertos perfiles
- Cultura que premie resultados, no presencia: romper con el presentismo
- Formación continua accesible: invertir en el desarrollo de su plantilla
- Políticas de desconexión digital: con respaldo directivo real
- Sistemas de detección temprana: de riesgos psicosociales
- Promociones que consideren el bienestar: no solo resultados a corto plazo
En España, tenemos normativa avanzada en materia de riesgos psicosociales, pero su aplicación real sigue siendo insuficiente. El registro horario obligatorio fue un avance, aunque muchas empresas lo cumplen solo formalmente.
Necesitamos mayor fiscalización y, sobre todo, un cambio cultural profundo.
Herramientas para autoevaluación de tu carrera profesional
Te propongo un ejercicio práctico de autoevaluación que utilizo regularmente con mis clientes. Puntúa cada ítem del 1 al 10, siendo 1 «muy insatisfecho» y 10 «muy satisfecho»:
| Dimensión | Pregunta | Puntuación (1-10) |
| Salud física | Mi trabajo me permite cuidar mi salud (ejercicio, alimentación, sueño) | |
| Salud mental | Mi trabajo no genera ansiedad o estrés excesivos | |
| Relaciones personales | Tengo tiempo y energía para mis relaciones importantes | |
| Aprendizaje | Mi trabajo me permite desarrollarme y aprender continuamente | |
| Propósito | Siento que mi trabajo tiene sentido y contribuye positivamente | |
| Reconocimiento | Me siento valorado y justamente recompensado | |
| Autonomía | Tengo suficiente control sobre mi trabajo y decisiones | |
| Perspectivas futuras | Veo un futuro prometedor en mi trayectoria actual |
Interpretación:
– Más de 65 puntos: Tu carrera parece sostenible, mantén lo que funciona
– Entre 45-65 puntos: Zona de atención, identifica áreas de mejora prioritarias
– Menos de 45 puntos: Alerta seria, necesitas cambios significativos urgentes
Este ejercicio no es una herramienta diagnóstica profesional, pero puede ayudarte a identificar áreas problemáticas de forma estructurada.

Reflexión final: hacia un nuevo contrato social laboral
Después de 15 años trabajando en el ámbito de los recursos humanos, estoy convencido de que nos encontramos en un momento histórico crucial. La pandemia actuó como acelerador de conversaciones que ya se estaban dando: sobre el sentido del trabajo, sobre qué tipo de vida queremos vivir, sobre si realmente necesitamos tanto o podríamos vivir mejor con menos.
La carrera sostenible no es una moda ni un privilegio de unos pocos. Debería ser un derecho fundamental de cualquier trabajador. Sin embargo, alcanzar este ideal requiere cambios profundos, no solo individuales sino también organizacionales y sociales. Necesitamos empresas que midan su éxito no solo en beneficios trimestrales sino en el bienestar de sus plantillas.
Necesitamos políticas públicas que protejan genuinamente a los trabajadores de la explotación disfrazada de «alta exigencia». Necesitamos una cultura que celebre el equilibrio, no el sacrificio.
¿Es esto utópico? Quizá. Pero las utopías mueven el mundo. Y pequeños cambios individuales, sumados, generan transformaciones colectivas. Cada profesional que establece límites, cada manager que prioriza el bienestar de su equipo, cada organización que implementa políticas genuinas de conciliación, está contribuyendo a ese cambio.
Mi llamada a la acción es triple: primero, reflexiona honestamente sobre la sostenibilidad de tu propia carrera utilizando las herramientas que te he compartido. Segundo, si tienes responsabilidad sobre otras personas, comprométete activamente con facilitar sus carreras sostenibles. Tercero, y quizá más importante, no normalices lo insostenible. Cuando veas condiciones laborales abusivas, señálalas. Cuando te exijan sacrificios desmedidos, cuestiónalos. El cambio cultural empieza con pequeños actos de resistencia cotidiana.
Construir una carrera sostenible es un acto de rebeldía en una cultura que nos empuja al agotamiento. Es elegir la vida larga sobre la llama breve. Es entender que llegar lejos importa más que llegar rápido. Es, en definitiva, diseñar una vida profesional que merezca la pena ser vivida.
¿Estás listo para comprometerte con tu carrera sostenible? El momento es ahora.
Referencias bibliográficas
De Vos, A., Van der Heijden, B. I., & Akkermans, J. (2020). Sustainable careers: Towards a conceptual model. Journal of Vocational Behavior, 117.
World Health Organization (2019). Burn-out an «occupational phenomenon»: International Classification of Diseases. WHO.
Maslach, C., Schaufeli, W. B., & Leiter, M. P. (2001). Job burnout. Annual Review of Psychology, 52(1), 397-422.
Cigna (2023). VII Estudio Cigna 360º Wellbeing Survey 2023. Cigna España.
Eurostat (2023). Temporary employees statistics. European Commission.
Whillans, A. V., Weidman, A. C., & Dunn, E. W. (2016). Valuing time over money is associated with greater happiness. Social Psychological and Personality Science, 7(3), 213-222.
World Economic Forum (2023). Future of Jobs Report 2023. WEF.
Infoempleo Adecco (2023). Informe Infoempleo Adecco: Oferta y Demanda de Empleo en España. Infoempleo.


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