Realizar un balance patrimonial es algo muy importante para los empresarios. Hacerlo es mucho más sencillo de lo que parece, y te lo explicaremos a detalle en sólo 12 pasos.
¿Qué es un balance patrimonial?
Un balance patrimonial, también conocido como balance general, es un informe específico del estado financiero que posee una empresa, que usualmente se realiza cada año. Está compuesto por un resumen de todo lo que esta posee, lo que adeudan (activos), lo que debe (pasivos), y lo que es de los accionistas (patrimonio).
La presentación de este es un documento contable, donde quedan expuestos los componentes antes mencionados, y se analizan los resultados. La elaboración de un balance patrimonial se le adjudica a un profesional de la contabilidad. Pero basta con ser contador en formación, o dueño de una PYME, para que aprendas a hacerlo.
Paso a paso del balance patrimonial
- Compila y registra los activos corrientes
Tendrás que recopilar, y registrar, todos aquellos montos que corresponden a los activos corrientes o circulantes, los cuales son los susceptibles de transformarse en dinero en efectivo en u periodo normal de operaciones.
- Caja. Corresponde al dinero en efectivo, y los cheques al día no consignados.
- Cuentas bancarias. Es el dinero que está almacenado en la cuenta corriente de la empresa.
- Cuentas por cobrar. Es el monto por recaudar proveniente de los préstamos concedidos a empleados, socios, o un tercero, las ventas de crédito y las letras de cambio.
- Inventarios. Es un resumen de las cantidades y valores de la materia prima en bodega, los productos que están en proceso, los que se han terminado, y la mercancía que se encuentra disponible para poner a la venta.
- Compila y registra los activos fijos
Se conocen como activos fijos a aquellos que no presentan cambios constantes, o un flujo. Entre estos están:
- Los equipos y la maquinaria.
- Equipos de transporte y vehículos.
- El mobiliario de oficina.
- Los inmuebles.
- Los terrenos.
El valor de estos es determinado mediante el valor de venta a la fecha que se ha realizado el balance patrimonial. Cuando hablamos de bienes que se han adquirido recientemente, es usado el valor de compra. Es importante que se tenga en cuenta que estos se desprecian a diario, puesto que su vida útil se desgasta.
- Registra los otros activos
Es una categoría donde encontraremos todos aquellos activos que no podemos clasificar como fijos o corrientes. Podemos tomar como ejemplo a los gastos que se han pagado por anticipo, y las patentes.
- Suma los tres tipos de activos
Para obtener el total con el que cuenta la compañía, tendrás que sumar los activos circulantes, fijos, y “otros”.
- Registra los pasivos corrientes
Estos son las obligaciones y deudas que la empresa debe cubrir en un tiempo menor a un año.
- Registra los pasivos fijos
Estas son todas las deudas, y obligaciones, que se cubren en un lapso de tiempo mayor al año.
- Registra los otros pasivos
Estos son los que no se clasifican como fijos ni corrientes. Por ejemplo, el arrendamiento que se recibe anticipadamente.
- Suma los tres tipos de pasivos
Ya que los hayas individualizado, y totalizados, súmalos para que tengas el total.
- Registra tu patrimonio
El patrimonio es todo aquello que les pertenece a los accionistas, o el empresario, al momento de hacer un balance patrimonial.
- Haz el cálculo de todos aquellos recursos que la empresa dispone para soportar los activos
Ya que tengas tu capital, tendrás que sumarlo al total de pasivos. Lo que resulte corresponderá a los recursos que la empresa dispone para soportar los activos.
- Aplica la ecuación de balance
Recuerda que:
- Activo = pasivo + capital (o fondos propios, o patrimonio).
- Activo – pasivo = Patrimonio.
- Presentación del informe
Esto es algo que queda al criterio, pero lo mejor será que lo complementes con un par de gráficos y estadísticas. También usa cuadros comparativos para que se aprecie el balance actual contra el de los años anteriores.
Ejemplo práctico de balance patrimonial
La retirada de activos y pasivos de una empresa, con el fin de obtener una visión general de su patrimonio neto, se denomina “balance patrimonial”, entendiendo activos como bienes y derechos y pasivos como obligaciones y deudas. En teoría, es simple. ¿Pero cómo se hace en la práctica?
Teniendo en cuenta que el balance tiene por objeto presentar un retrato de la situación contable, financiera y económica de la compañía en un momento preciso, es importante, ante todo, hacer un mapa de toda la información que será necesaria.
En este sentido, organizamos aquí dos ejemplos prácticos de cómo puede organizar la información de su balance y calcular su patrimonio neto:
Activos
Caja: 10.000, 00
Ventas pendientes: 32.000, 00
Stock: 78.000, 00
Materia prima: 18.000, 00
Vehículos: 72.000, 00
Total: 210,000, 00
Pasivos
Proveedor 1: 5.000, 00
Proveedor 2: 3.000, 00
Salarios a pagar: 11.000, 00
Provisiones: 4.000, 00
Total: 23.000, 00
PATRIMONIO NETO (ACTIVOS-PASIVOS): 187.000, 00
El ejemplo anterior muestra el camino más simple para llegar al patrimonio neto. Sin embargo, hay otra forma de hacer el cálculo, que debería conducir al mismo resultado. Hacer los dos tipos de verificación puede ser útil para que uno funcione como confirmación del otro, para garantizar que el balance ha sido fiable.
Vea a continuación otro ejemplo, basado en el mismo contexto hipotético anterior:
Activos
Caja: 10.000, 00
Ventas pendientes: 32.000, 00
Stock: 78.000, 00
Materia prima: 18.000, 00
Vehículos: 72.000, 00
Total: 210,000, 00
Pasivos
Proveedor 1: 5.000, 00
Proveedor 2: 3.000, 00
Salarios y trabajos a pagar: 11.000, 00
Provisiones: 4.000, 00
Total: 23.000, 00
BENEFICIOS (YA ELIMINADAS LAS PÉRDIDAS VIRTUALES): 55.000, 00
CAPITAL SOCIAL (ACTIVOS – PASIVOS – BENEFICIOS): 132.000, 00
PATRIMONIO NETO (BENEFICIOS + CAPITAL SOCIAL): 187.000, 00
Cuentas del balance patrimonial
Conjunto de cuentas del balance patrimonial:
Activo: comprende los bienes, derechos y otras aplicaciones de recursos controlados por la empresa, capaces de generar beneficios económicos futuros derivados de acontecimientos ocurridos.
Activo circulante: es una referencia a los bienes y derechos con un alto grado de liquidez, es decir, tienen la capacidad de convertirse en efectivo a corto plazo. Los activos considerados circulantes incluyen: efectivo en caja, cuenta de movimiento en banco, stock, dobles recibos y cualquier otro tipo de aportación de recursos financieros a corto plazo.
Activo no corriente: corresponde a un grupo de cuentas, en el que se registran los bienes y derechos que poseen un alto grado de liquidez, es decir, la posibilidad de convertirse en dinero en el largo plazo (por encima de los 360 días del cierre del ejercicio social y se incluyen todos los bienes de naturaleza duradera, para la operación normal de la empresa, así como de los derechos ejercidos para tal fin. El activo no circulante se divide en cuatro grupos de cuentas: realizable a largo plazo, inversiones, inmovilizado e intangible.
Inversiones a largo plazo: son inversiones financieras a largo plazo, depósitos bancarios a largo plazo, dobles recibos a largo plazo, inversiones a largo plazo, préstamos a cobrar o ventas a largo plazo.
Inversiones: en este grupo de cuentas del activo no circulante se clasificarán las participaciones societarias permanentes, que corresponden a las sumas utilizadas en la adquisición de acciones y otros tipos de participación societaria, con la intención de mantenerlas de forma permanente, ya sea por interés económico, ya sea para obtener control societario, como fuente permanente de renta.
Calidad: sistema de gestión, documentación y e implementación de ISOs.
Inmovilizado: los bienes clasificados como inmovilizados poseen características muy particulares que los diferencian de los demás bienes de la empresa. Son utilizados por la persona jurídica para la producción o comercialización de productos o servicios, para el alquiler o para otros fines dentro de la empresa. Se espera que estos bienes se utilicen durante más de un año y que la persona jurídica obtenga beneficios económicos debido a su uso. Ejemplos: muebles y herramientas; máquinas y equipos; inmuebles y vehículos.
Intangible: son aquellos que no tienen existencia física. Como ejemplos de intangibles: derechos de explotación de servicios públicos mediante concesión o autorización del poder público, marcas y patentes, derechos de autor adquiridos, programas informáticos y el fondo de comercio adquirido.
No se olvide: en la contabilidad, el término “largo plazo” representa todo aquello con exigibilidad o realización superior a un año, a partir del cierre del ejercicio, es decir, si el año base es 2020, todo lo que venza hasta el 31 de diciembre de 2021 es a corto plazo, y sólo lo que venza después del 1 de enero de 2022 se considerará a largo plazo.
Pasivo: comprende el origen de los recursos representados por las obligaciones frente a terceros derivadas de acontecimientos que requieran recursos para su liquidación.
Pasivo circulante: es una referencia a todas las obligaciones pagadas a corto plazo, es decir, hasta 12 meses (un año). Este conjunto de cuentas del pasivo se organiza según su velocidad de pago. A principios de mes, la empresa deberá cumplir las siguientes obligaciones: salarios, impuestos, proveedores y otros deudores con vencimientos a corto plazo.
Pasivo no circulante: se trata del conjunto de cuentas del pasivo con vencimientos a largo plazo, que pueden distinguirse entre: deudas pendientes de pago, financiación para la adquisición de derechos del activo no circulante, cuando venzan después del ejercicio siguiente.
Patrimonio neto: incluye los recursos propios de la empresa. Conjunto de cuentas que registra el valor contable de los accionistas o cotistas o, en el caso de empresas individuales, el valor patrimonial del propietario. En otras palabras, el patrimonio neto representa exactamente lo que la persona posee, es decir, su riqueza efectiva, porque es lo que queda después de pagar todas las obligaciones. El patrimonio neto es la diferencia entre los valores del activo (+) y del pasivo (–) de la empresa en un momento determinado.