Para luchar contra las prácticas machistas dentro de su empresa, es importante que las mujeres se unan y no bajen la cabeza. Hablamos de los 4 signos de machismo más frecuentes en el entorno de trabajo.
Casi ocho años después de que Barack Obama asumiera la presidencia de los Estados Unidos, sus asistentes mujeres decidieron acabar con dos prácticas comunes en la Casa Blanca: la constante interrupción de sus diálogos y la falta de atención a sus ideas.
Juntas, ellas crearon una estrategia de “amplificación” de voces: cuando una mujer está hablando, las otras están atentas para que nadie las detenga o proponga ideas ya planteadas anteriormente.
El resultado no podría ser mejor. Además de que las mujeres del equipo de Obama han conquistado su espacio merecido, la iniciativa se extendió por las empresas estadounidenses y, poco a poco, ayudó a concienciar a las personas sobre el machismo en el entorno corporativo.
Mujer y hombre están en desacuerdo
En España, el escenario aún es diferente: las prácticas machistas dentro de las empresas son recurrentes y naturalizado.
Es importante recordar que el machismo está, principalmente, en los pequeños actos. Es sutil, pasa desapercibido y es constante. Por eso es necesario hablar sobre el tema y concienciar tanto a hombres como a mujeres.
En la misma línea, Virginia Spinelli Fernández Lemos, directora de diversidad de la Asociación Brasileña de Recursos Humanos (ABRH), apunta a un problema estructural e histórico de la sociedad. “Las mujeres fueron creadas en una sociedad machista y, por tanto, reproducen muchos aspectos de ella. Para terminar con esto, es preciso deconstruir las enseñanzas y no bajar la cabeza”, se orienta.
La duda que permanece en el universo femenino, sin embargo, es cómo identificar y combatir estas prácticas.
Un consejo importante para hacer frente a actitudes machistas del día a día, incluso cuando se convierten en acoso moral y sexual, es informar de estas cuestiones en el sector de Recursos Humanos de la empresa.
Para Virginia Spinelli Fernández Leemos, a pesar de que el departamento de recursos humanos aprender poco a poco la importancia de su papel para combatir el prejuicio, cuanto más el asunto se trata, más seguro el ambiente de trabajo será para las mujeres.
“El tema tiene que conquistar su debido espacio. Es necesario conversar individualmente con los colaboradores de las empresas, promover políticas inclusivas y deconstruir las antiguas ideas sobre hombres y mujeres“, concluye.
Otro consejo, dado por la abogada laborista Vivian Días, siempre que sea posible tener pruebas. “Un vídeo, un audio o un testigo hacen toda la diferencia a la hora de cuestionar las actitudes”.
El abogado también señaló que incluso denuncias en cuanto a actitudes puntuales deben ser realizadas, ya que el empleador no toma conocimiento de muchas situaciones.
4 signos de machismo muy comunes en las empresas y cómo combatirlos
1 – Interrupción de habla o “manterrupting”
Durante las reuniones de negocios, es común que los hombres hablen más e interrumpan innecesariamente a las mujeres con más frecuencia, señala un estudio de la investigadora Adrienne Hancock, de la Universidad George Washington.
En ocasiones así, Collini indica que la mujer explica que aún no ha completado su línea de razonamiento, continúa exponiendo sus ideas y mantenga una postura afirmativa.
2 – Recibir explicaciones obvias o “mansplaining”
Pasar horas escuchando explicaciones sobre un tema que domina es una situación común para las mujeres. Con explicaciones obvias y “didácticas”, los hombres muchas veces quitan la oportunidad de que las mujeres hablen.
La mujer debe aclarar que conoce bien el tema en cuestión, afirma Collini. Si es especialista en ese tema, es importante decir que hizo estudios y sabe bien de lo que está hablando.
3 – Tener ideas robadas
Otra práctica común en el ambiente de trabajo es cuando la mujer propone una idea y nadie le presta la debida atención. Cuando un hombre tiene la misma iniciativa más tarde, es elogiado y no reconoce que la idea era originalmente de su colega.
Un método eficaz es hacer lo que los asistentes de Obama han hecho: estar atento a las situaciones vividas por cada compañero y recordar a los demás cuando la idea inicial fue de una mujer. Si la idea fue robada, es posible utilizar frases como “gracias por estar de acuerdo conmigo” o “que bueno que apoyes mi idea”.
4 – Chistes sobre tensión pre-menstrual
¿Quién no ha visto una actitud más asertiva de las mujeres, dentro o fuera del ambiente de trabajo, ser atribuida a la TPM (Tensión Pre-Menstrual)? Según Collini, esto es machista y reduce los sentimientos de las mujeres a las hormonas.